El libro de Efesios

El comentario exegético evangélico a los Efesios escrito por S. M. Baugh, aporta al estudiante y expositor de las Escrituras una herramienta para facilitar o descubrir aquellos aspectos que durante nuestro estudio exegético no logramos observar o considerar en primera instancia. Así mismo, aporta algunos aspectos técnicos que serán de apoyo en la elaboración de nuestra cátedra, en la elaboración de nuestra tarea y de esa manera edificar el cuerpo de Cristo.

Este comentario ofrece una gran cantidad de referencias que serán de gran apoyo en la realización de nuestro estudio de la carta a los Efesios. Podrán observar que estas referencias nos llevará por los diferentes manuscritos antiguos a los que el autor tuvo acceso, sin duda, pocas veces tenemos la oportunidad de tener en nuestras manos un comentario tan rico y con una profundidad como esta en el análisis del texto bíblico.

Otro aspecto a destacar, es que el autor ofrece principios de exégesis que ayudarán a ser considerados por el lector, no solamente en el estudio del texto en particular, sino que sigue las pautas de interpretación que se requiere para el estudio de la Escritura. Un ejemplo de ello lo podemos observar cuando se expone Efesios 1:3-14, ya que nos invita a estudiar a  profundidad y a analizar estas carta con gran profundidad Teológica; he aquí un ejemplo:

“[…]analizamos el texto de Efesios como si contuviera oraciones periódicas fluidas con algunos rasgos literarios, concediendo las características menos exigentes de la prosa epistolar en los autores griegos. Lo hacemos porque así es como todos aprendieron a componer en griego desde la escuela de gramática. Los textos paulinos muestran abiertamente este estilo periódico en diversos grados, en contraste con el estilo más sencillo y semítico de obras como Marcos o las epístolas joánicas. Una de las claves de este estilo compositivo es que Efesios y las demás epístolas fueron escritas para ser escuchadas por la iglesia y no para ser leídas en silencio, de manera fragmentada ni tampoco individual.”

Tomar en cuenta estas características u observaciones que el autor de este comentario hace, nos ayudará a entender la originalidad del texto bíblico y la forma en como se encuentra escrito, no sólo como lo tenemos dividido en nuestro texto actual, sino que se emplea una forma de estudio que hace que nos transporte a los tiempos bíblicos y nos permitirá experimentar un poco de la esencia del relato que tanto el escritor, como los destinatarios, vivían en ese momento.

Un aspecto más a considerar en este comentario, es la contextualización de la carta. En ella destaca el análisis del texto bíblico y lo lleva al terreno del contextual de la misma, y lo hace pertinente a los lectores. Esto permite que como estudiantes contemporáneos entendamos los énfasis o enseñanzas que tenía el escritor así como los desafíos y necesidades que enfrentaban. Un ejemplo lo podemos observar cuando se expone Efesios 1:13-14.

“La idea es que los primeros conversos judíos al Mesías (τοὺς προηλπικότας, tous proēlpikotas), entre los que Pablo se incluye, fueron asignados “para la alabanza de su gloria”. Esta gloria avanzó a medida que cumplían su tarea designada de extender el evangelio a los gentiles (vv. 13-14), de modo que todos juntos, tanto judíos como griegos, pudieran ser para la alabanza de la gloria de Dios (v. 14c).

El participio προορισθέντες (prooristhentes) (“puesto que fuimos predestinados”) se añade para subrayar una vez más la iniciativa de Dios en la redención de su pueblo (también vv. 4-5, 9). El participio adverbial explica aquí que la predestinación (ἐκληρώθημεν, eklērōthēmen) para servir a la gloria de Dios en el evangelio fue determinada por Dios antes de todos los tiempos y se toma aquí como un significado explicativo. ”

Observamos las implicaciones Teológicas de la doctrina de la predestinación, que es una de las doctrinas fundamentales del cristianismo y nos presenta un estudio de la palabra y lo que provoca en el creyente. 

La explicación contextual que se hace en este comentario, nos permite comprender que los destinatarios de la carta debían haber entendido o reflexionado acerca de lo que significaba la gloria de Dios y que eso los debía llevar al entendimiento y transformación. Esto lo podemos observar cuando se explica el atributo de la omnipotencia de nuestro Dios, como la explicación a continuación:

“La verdad de la omnipotencia de Dios y su independencia de la creación contrasta con las antiguas creencias paganas del público efesio, para el que incluso Zeus, “el padre de los dioses y de los hombres”, se plegaba a la inevitable voluntad del inescrutable destino (μοῖραι, moirai). Uno de los ejemplos más memorables de esto fue cuando Zeus levantó la balanza de oro y reconoció con dolor que la muerte de su héroe, Héctor de Troya, estaba sellada por el destino a manos de Aquiles (Homero, Il. 22.207-13). Los propios efesios se inclinaban ante la “Dama Suerte” (o Fortuna) en sus asuntos, prefiriendo sus numerosas acciones públicas con una dedicatoria a la diosa Τυχή (Tychē) (“Fortuna”), o más comúnmente Ἀγαθὴ Τυχή (Agathē Tychē) (“Buena Fortuna”).81 En el evangelio de Pablo no hay una Fortuna competitiva y arbitraria, sino un Dios omnipotente que ha revelado graciosamente “el misterio de su voluntad” en Cristo (v. 9; cf. 2:8-10).”

Al leer este comentario experimento un desafío como estudiante o expositor de la Biblia, esto es debido a que corremos el riesgo de no entender ese contexto y podemos llegar a pasar por alto la profundidad de las palabras o incluso quedarnos cortos en el significado de ellas. El entendimiento de ello, permitirá que como lectores descubramos o demos el sentido correcto a las intenciones que Pablo quería lograr en los lectores de la carta.

Dos aspectos más que caracterizan y enriquecen este libro es la sección de: “comentario sobre Teología Bíblica” y su “aplicación e implicaciones devocionales”. El primero de ellos y siguiendo la misma cita mencionada anteriormente de Efesios 1:3-14, el comentario que realiza enfatiza lo siguiente: 

“La enseñanza sobre el Espíritu Santo en todo Ef 1:3-14 se expresa más plenamente en 1Co 15 y las interconexiones que se centran en la resurrección de Cristo como “primicias”, es decir, como inauguración de la resurrección general (1Co 15:20, 23). Allí en 1 Corintios y aquí en Efesios, el Espíritu es la intrusión de la nueva creación en esta era, señalada por su promesa y ahora dada porque el Mesías victorioso otorga el Espíritu como parte de la generosidad de su gran victoria en la cruz (cf. 4:8; Juan 16:7). Además, el propio Cristo, por ser “del cielo” (1Co 15:47) y, por tanto, “altísimo” (ὁ ἐπουράνιος, ho epouranios; 1Co 15:48; véase Ef 1:3e), se ha convertido en el “espíritu vivificador”. (πνεῦμα ζῳοποιοῦν, pneuma zōopoioun; 1Co 15:45) de una nueva raza humana como el Último Adán. Por tanto, los que están unidos a él por la fe son “los de los altos cielos” (οἱ ἐπουράνιοι, hoi epouranioi; 1Co 15:48), que resucitarán con cuerpos “de los altos cielos” (σώματα ἐπουράνια, sōmata epourania; 1Co 15:40) por la operación del Espíritu, de modo que este cuerpo resucitado pueda llamarse “espiritual” (σῶμα πνευματικόν, sōma pneumatikon; 1Co 15:44; cf. “bendiciones espirituales” Ef 1:3d). La herencia del creyente, pues, se cumple en el reino de Dios con la incorruptibilidad eterna (1Co 15:50; Ef 5:5). ”

En segundo lugar, las aplicaciones del texto son sencillas y despierta en el lector una idea de cómo poder enriquecer nuestras aplicaciones del texto para nuestra audiencia. Un ejemplo de ello lo encontramos en la misma porción que he comentado:

“El resultado obvio de la abundante alabanza de Pablo a nuestro Dios trino es que debemos unirnos a él en la alabanza también. Con demasiada frecuencia centramos nuestras oraciones en peticiones al Padre. Aquí y en muchos otros pasajes se nos muestra cómo centrar simplemente nuestras alabanzas en Dios. Aunque hay repeticiones, no se trata de una mera reafirmación de frases vacías, sino del despliegue de un rico tapiz de alabanza. Haríamos bien en memorizar Ef 1:3-14, recitarlo con frecuencia, y luego adaptarlo y ampliarlo mientras nos unimos al coro mundial de los santos “para alabanza de la gloria de su gracia, que nos concedió en su Amado”.”

Este es un comentario que considero que puede ser de apoyo al estudiante de la Biblia, así como al maestro de exégesis ya que puede ser un libro de referencia debido a la gran cantidad de fuentes que proporciona. Al pastor, puede ser de ayuda en la elaboración de sus mensajes y refrescará su estudio de la carta a los Efesios.

Este comentario nos deja un desafío para crecer y profundizar en el conocimiento de esta maravillosa carta que el apóstol Pablo escribe a los hermanos en Éfeso.