Misericordia y no sacrificios

Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad de misericordia. Una comunidad sana es una comunidad que no enfatiza el legalismo sino la misericordia. Hay una pasaje bíblico que nos habla que los discípulos se habían olvidado de llevar comida y solo tenían un pan en la barca. Estaban hablando que no tenían pan. El Señor les dice “Tengan cuidado, ¡Ojo con la levadura de los fariseos y la de Herodes!…, Mr 8:14-21. Seguidamente les recuerda los milagros de la alimentación de las multitudes para que logren entender. *La levadura de los religiosos es la preocupación morbosa en mantener el control sobre la religiosidad del pueblo a través de la reglamentación. La levadura de los Fariseos representaba la hipocresía, la piedad mal entendida convertida en legalismo, la justicia sin la misericordia. Es alejarnos de la gracia, del amor, de la gratitud, del respeto al otro para caer en el abuso del poder. Jesús les dijo: “Si ustedes supieran qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”, no condenarían a los que no son culpables”, Mt 12:7, Mt 9:13 *Por otro lado la levadura de Herodes representa una sociedad sin Dios, secular, sin necesidad de depender de Dios. Es decir, “el mercado y sus reglas son las que mandan” y “el fin justifica cualquier medio”. *Una comunidad eclesial esta basada en la misericordia y no en el mercantilismo. Es reflejar un espíritu de reconciliación, respeto, aceptación, perdón y amor. El ejercicio del liderazgo en la vida de las iglesias locales deberá estar marcado por el modelo del siervo sufriente y mostrar un contraste con el caudillismo y otras deformaciones causadas por el abuso del poder. *Jesús les recuerda a sus discípulos que no deben preocuparse de la comida, el vestido y donde dormir. Nos proyecta a ser y hacer como Jesús cuando les dijo: “Crucemos al otro lado”, Mr. 4.35. Toda la Iglesia es responsable de la evangelización de todos los pueblos, etnias y lenguas. *Jesús concluyo: ¿Y todavía no entienden?