¿Pueden los creyentes crear días festivos? La Biblia nos da precedentes para decir Sí.
Primero, el pueblo de Dios ha celebrado siempre días festivos que no están ordenados en la Biblia. Para nombrar dos, la Fiesta de Purim fue establecida en los 400s a. C., cuando Ester y Mardoqueo salvaron a los judíos de una masacre. El nombre Purim es la forma hebrea de una palabra pagana, babilónica para “suertes”. La fiesta inicia cuando “los judíos que viven en las aldeas y en villas sin murallas celebran el día catorce del mes de Adar como un día de alegría y de banquete; es para ellos un día de regocijo, en el que cada uno comparte su comida con su vecino.” (Ester 9:19). Crucialmente para nosotros, en ninguna parte Dios lo ordena como un día festivo, como él lo hizo con la Pascua o Pentecostés – era una decisión santa, pero humana.
Segundo, los judíos inventaron el día festivo de Janucá o Hanukkah, para celebrar cada diciembre cómo los macabeos rededicaron el templo de Jerusalén en 165 a. C., después de que había sido capturado y profanado por el rey sirio. También conocida como la Fiesta de la Dedicación, era celebrada en los tiempos de Jesús cada invierno, y Cristo mismo iba al tempo en Jerusalén para asistir a la misma (Juan 10:22-23). Una vez más, este era un día festivo que los judíos inventaron para celebrar un capítulo notable en su historia; este no era “bíblico.” Y los judios crearon otras festividades anuales en la misma epoca.
Por analogía, los cristianos pueden crear días festivos para conmemorar las acciones de Dios en la historia humana. La iglesia siempre ha tenido la Semana Santa y Pentecostés, los que reflejan los días de fiesta bíblicos antiguos pero los cuales han sido ahora investidos con un significado más profundo. Si los cristianos desean celebrar la Segunda Venida de Cristo durante el Adviento, su nacimiento en Navidad, y su resurrección el Domingo de Resurrección, yo digo que eso está bien – los eventos que ellos conmemoran son de consecuencias exponencialmente mayores que aquellos de Purim o Janucá.
Es la Navidad, y cada año alguien afirme que el 25 de diciembre es una festividad pagana y no debería ser una celebración del nacimiento de Cristo. Así la teoría que de hecho es un mito, que muchos enemigos del evangelio y también algunos creyentes han empleado:
Fue cosa del Emperador Constantino El Grande, hace unos 1700 años, que, actuando como lo haría un creativo publicitario de esta época, creyó conveniente hacer coincidir el nacimiento de Cristo con la fiesta pagana más multitudinaria y popular del Imperio Romano, el Festival de la Saturnalia, que celebraba el nacimiento de un “nuevo” Sol. [1]
Esto es una teoría popular pero totalmente falsa, puesto que algunos cristianos creían que Jesús nació el 25 de diciembre tan temprano como en el año 200, y probablemente más temprano. [2] Constantino sencillamente confirmó la fecha que los cristianos ya celebraron. Y el cálculo mencionado por arriba no tuvo nada que ver con la fiesta pagana Saturnalia, sino más bien estuvo basada en la idea de que la tierra fue creada en un 25 de marzo, y que Jesús fue concebido en esa fecha y nació exactamente nueve meses después. Es decir, el 25 de diciembre fue escogido por una persona usando su Biblia, sin ninguna presión pagana 125 después durante el reino de Constantino.
“¡Pero el 25 de diciembre era un día festivo pagano en el que se daban regalos y se decoraban árboles!” me dicen. Bueno, no lo era, era del 17-23 de diciembre. De todas maneras, si usted toma un antiguo calendario romano, y pone su dedo en cualquier fecha, caerá en un día festivo pagano que tiene algún parecido a la Navidad. [3]
Se dice que pastores no guardaban las ovejas en el invierno. No es verdad, hay pastores todavia cerca de Belen quienes lo hacen, el clima no es tan frio.
También escuchamos que Jeremías 10:1-5 dice que el árbol de Navidad es una práctica pagana. A ver qué dice el texto: “Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.” Y incluye la burla esteriotípica: la estatua de un ídolo parece a una persona, pero no puede caminar, ni hablar, ni hacer nada con sus manos. En su contexto es clarísimo que Jeremías habló de ídolos de dioses paganos. En Jeremías, tal y como en Isaías 44:12-28, la referencia es a una estatua, no un árbol dentro de la casa. Y “plata y oro” son literales, ¡no el espumillón de plástico! El único paralelo entre esos ídolos (una práctica de la época de Jeremías, es decir más o menos 600 a. C.) y el árbol de Navidad (inventado 21 siglos después por Martín Lutero para honrar el nacimiento del Salvador) es que ¡ambos son de madera!
Celebre el nacimiento de Cristo en mayo o julio si usted quiere. Si la fecha que honramos es arbitraria, entonces el cambiarla sería aún más caprichoso, y las probabilidades son que usted va a aterrizar en el Día de Independencia, el Día de Madre, el Día de Amistad u otro festivo “mundana”.
NOTAS:
[1] https://www.kindsein.com/es/15/tradiciones/362/ Ver también https://www.paralaedificacion.net/El_origen_de_la_navidad.pdf – “En la mitad el siglo IV, la iglesia de Roma estableció el día 25 de diciembre como un día festivo religioso que conmemoraba el nacimiento de Jesucristo. Desde ese tiempo, los cristianos de todo el mundo, han celebrado el 25 de diciembre como un día festivo religioso. La elección de esa fecha se debió a que en ese día los romanos celebraron la fiesta de Mitra, dios del sol (Natalis Solis invicti), y también la fiesta de las saturnales.” Esta teoría no tiene evidencia.
[2] Hipólito, en su Comentario de Daniel 23.3, dijo “Pues (porque) el primer advenimiento (la primera venida) de nuestro Señor en la carne, cuando él nació en Belén, era 25 de diciembre [literalmente, “ocho días antes de las calendas de enero], miércoles, cuando Augusto estaba en su cuadragésimo segundo año …”