¿Qué posiciones ministeriales puede ocupar la mujer en la iglesia de acuerdo con la Biblia?

Respuestas de diversos pastores y líderes:

Pastor Edwin  Gonzales

Qué posiciones ministeriales puede ocupar la mujer en la iglesia de acuerdo

con la Biblia?

I Co 12:3-5 “4 Ahora bien, hay diversidad de dones; pero el Espíritu es el mismo. 5 Hay también diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 También hay diversidad de actividades, pero el mismo Dios es el que realiza todas las cosas en todos.  Comp Rom 12:5-9 & I Pe 4:10-11

a)    Ninguno de esos pasajes limita a la mujer de recibir alguno o mas don espiritual

b)   “Ministerios” (Gr. “diakonia”) significa “servicio”, “actividad”, “provisión” y “labor de apoyo”.  Afirmamos pues que la mujer y el hombre reciben los mismos privilegios, deberes y dones espirituales para “ministrar” en la iglesia

c)    De acuerdo a Mt 27:55 y Hechos 1:14 las mujeres eran parte integral en el ministerio del Señor Jesucristo

d)   Según Romanos 16 y I Co 9:5 Pablo y los demás apóstoles utilizaban mujeres para asistirlos en sus ministerios

e)    Otros pasajes señalan que las mujeres ocupaban posiciones ministeriales claves en la iglesia apostólica: Febe, “sierva” de Cencrea, Lidia, en la fundación de la iglesia en Filipos y la expansión hacia occidente del Evangelio), Evodia y Sintique en Filipos, Priscila con su esposo Aquila en Corinto y la extensa lista de Romanos 16 ver Hch 16, I Tim 5:10, Tit 2:3-5

f)     La única limitación Nuevo Testamentaria al ministerio de la mujer está definida en dos areas:

  1. 1. “Ejercer autoridad sobre el hombre”, de lo que podemos deducir que la mujer no debe ejercer ministerios de enseñanza o dirección (gobierno) si hay hombres adultos presentes en una convocación eclesiástica I Tim 2:12-14, I Co 14:34

  1. 2. La mujer no puede ejercer funciones de Anciano (pastor, obispo) o Diácono, pues estos “oficios” son claramente designados para hombres en 1 Ti 3:1-12, Tit 1:3-5

Sugiero el libro: “Women’s Ministry in the Local Church” – Ligon Duncan & Susan Hunt – que contiene una amplia lista de sugerencias y ministerios para la mujer en la iglesia

Resumen:  por una parte es “indecoroso” (lenguaje Bíblico no mío) que la mujer lleve la voz cantante en roles de liderato, gobierno y/o enseñanza en la iglesia, pero es igualmente anti-bíblico relegar a la mujer al cuidado de niños en párvulos, y a servir mesas y a cocinar durante ágapes eclesiásticos


David Ford

¿Qué posiciones ministeriales puede la mujer ocupar en la iglesia de acuerdo con la Biblia?  ¿Cuál debe ser la participación de la mujer en las reuniones de la iglesia?

Según la Biblia la mujer puede ocupar las siguientes posiciones ministeriales:

Diaconisa. Aunque parece que la diaconía es un rol solamente para hombres (1 Ti. 2:11-13) encontramos: “…nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia” (Ro. 16:1).  La palabra para “diaconisa” indica la idea de “sierva” o ayudante de otros en necesidades (Ro.  16:2).

Profeta. En ambos testamentos hay referencias de mujeres como profetas:   “…una profetisa llamada Débora” (Jue. 4:4); “una profetisa, Ana” (Lc. 2:36); “Felipe el evangelista…  tenía cuatro hijas solteras que profetizaban” (Hch. 21:8-9).  Es probable que el oficio de profeta hoy esté cumplido en la persona que predica la Palabra.   Esto implica que a veces es válido a la mujer dar un mensaje público.   Aunque normalmente es la responsabilidad del varón (1 Ti. 3:1-2).

Profesora. Pablo da un ejemplo de este rol:   “A las ancianas… Deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos,   a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios” (Tit. 2:3-5).   El servicio didáctico de la mujer, usualmente entre otras mujeres, jóvenes y niños es esencial para el bien de la iglesia.

Fortalecedora de la obra.   Especialmente la mujer ministra en la iglesia para soportar y proveer a otros.  Esto ha sido desde la creación:   “No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Gn. 2:18) y ha persistido en la obra de parejas en la iglesia:  “Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús” (Ro. 16:3). Es notable que Cristo y los apóstoles recibían apoyo esencial de mujeres:  “Juana… Susana y muchas más que los ayudaban” (Lc. 8:3).

David Ford