“Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempo antiguos, lo que está por venir.” Isaías 46:10 NVI
De niño, no entendía el significado del Domingo de Ramos, y sospecho que la mayoría de los adultos cristianos tampoco.
Mis primeros recuerdos del Domingo de Ramos son estar sentado pacientemente un domingo en la escuela junto a mis amigos, sosteniendo hojas de palmas. Cuando se nos daba la señal, teníamos que agitarlas en alto mientras cantábamos “¡Hosanna! ¡Hosanna en las alturas!” con un piano ligeramente desafinado. Como niño, entendía suficiente sobre el Domingo de Ramos como el día en que Jesús entró a Jerusalén montado en un asno y fue aclamado como el Rey de los Judíos. Pero no fue sino hasta hace unos años que comencé a entender el significado de lo que sucedió en esa fecha y por qué es tan profundo para los seguidores de Jesús (Note que escribí “fecha” y no “día”).
Comencemos con el libro de Juan, una semana antes de la crucifixión de Jesús.
Seis días antes de la Pascua
Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. […] Mientras tanto, muchos de los judíos se enteraron de que Jesús estaba allí, y fueron a ver no sólo a Jesús sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado. […] Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén.
(Juan 12:1-2; 9; 12; énfasis añadido)
Juan 12:1-2 dice que seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania, una pequeña villa a pocos kilómetros de Jerusalén, más allá del Monte de los Olivos. Ahí compartió un tiempo con María, Marta y Lázaro. Se había extendido el hecho de que Jesús había resucitado a Lázaro recientemente, y multitudes curiosas se habían empezado a reunir (9, 12). Pero quiero centrar mi atención en las tres primeras palabras del versículo 12: “Al día siguiente”.
Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén.
(Juan 12:12, énfasis añadido)
¿Qué es lo más importante de estas tres palabras?
Para comprender mejor su significado, viajemos 3,500 años atrás al tiempo del Éxodo.
Un cordero sin defecto
Al final de los 400 años de esclavitud de Israel en Egipto, dio dio a la nación algunas instrucciones específicas:
Hablen a toda la congregación de Israel y digan: “El día diez de este mes cada uno tomará para sí un cordero, según sus casas paternas; un cordero para cada casa” […] “El cordero será un macho sin defecto, de un año […] “Y lo guardarán hasta el día catorce del mismo mes. Entonces toda la asamblea de la congregación de Israel lo matará al anochecer.
(Ex 12:3; 5; 6, énfasis añadido)
En el día diez del mes (Nisan 10, el primer mes del calendario Israelita), cada familia debía elegir un cordero de un año de edad “sin defecto”, llevarlo a casa, y cuidarlo por cinco días. En Nisan 14, debían sacrificarlo justo antes de la puesta de sol y poner su sangre en el dintel y los postes de la puerta de su casa. (Ex 12:21-23; vea también Lv 23:5; Num 9:2-5; 28:16; Jos 5:10-11).
Fue un acto de obediencia y confianza.
Esa misma noche, el Señor pasaría de largo las casas que viera con la sangre del cordero:
Porque esa noche pasaré por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de hombre como de animal. Ejecutaré juicios contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor.
(Ex 12:12; véase también Ex 12:42).
Dado que un nuevo día hebreo comienza en el ocaso, “esa noche” debió ser Nissan 15. Fue en esa fecha que Israel salió de Egipto y atravesó el Mar Rojo, la fecha en que Dios redimió a los Israelitas de la esclavitud.
La Pascua ha sido un evento de transformación del judío desde entonces. Es celebrado cada año en Nisan 15, que en nuestro calendario gregoriano es Marzo o Abril.
Volvamos a la escena en Juan 12 y unamos algunos puntos.
Humilde, montado en un asno
Seis días antes de la Pascua Jesús está en Betania en Nisan 9 (Nisan 15 menos 6 días). “Al día siguiente” sería Nissan 10, la misma “fecha” en que los Israelitas llevarían a su casa a los “corderos sin defecto”.
Cerca de 1,500 años después de la primer Pascua en Egipto, Jesús entra a Jerusalén en un asno, en Nissan 10.
Las multitudes que se encontraban en Jerusalén para celebrar Pascua, lo recibieron con hojas de palmas gritando: “¡Hosanna! (¡Salvanos!) Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel” (Jn 12:13; de Sal 118:19-27). Mateo 21:8 añade más información:
La mayoría de la multitud tendió sus mantos en el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino.
(Mat 21:8, véase también Mc 11:7-8)
Este acto estaba reservado para reyes y conquistadores (2 Reyes 9:13).
La gente pierde el significado completo de las circunstancias. Estaban pasando dos cosas, pero ellos sólo veían una: Jesús cumpliendo la profecía de Zacarías.
Tu Rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno.
Zacarías 9:9
Una profecía que los judíos conocían muy bien. Cuando Jesús cruzó las puertas de Jerusalén, ellos lo proclamaron abiertamente como el Salvador y Rey (aunque en el sentido de aliviar a Israel de la opresión romana).
Lo que no vieron fue la selección de Dios de Jesucristo como el último cordero de la Pascua para ser sacrificado.
El escenario estaba preparado para los eventos de la última semana de su vida, llevándolo a su sufrimiento, crucifixión, muerte y resurrección. Tan sólo a pocos días después de Nissan 14, mientras más de 250,000 cordero eran sacrificados en los atrios del templo conforme a las instrucciones de Dios en Éxodo 12, Jesús sería clavado en una cruz.
Entonces, ¿qué se celebra el Domingo de Ramos?
Recordamos y celebramos el Domingo de Ramos como la entrada triunfal y el día en que “Cristo nuestra Pascua” fue apartado como el “cordero sin mancha y sin defecto” (1 Pe 1:19 NVI) para ser sacrificado para el perdón de nuestros pecados (1 Co 5:7; véase también Lucas 23:4-22).
Por eso es que Juan el Bautista declaró justo antes de bautizar a Jesús:
¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Juan 1:29
La carta a los Hebreos dice que el sistema sacrificial veterotestamentario es sólo sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades (Heb 10:1, véase también Col 2:16-17). Éxodo 12:3 era la sombra, la imagen de lo que pasaría siglos después cuando Jesús de Nazaret entrara a Jerusalén. Como Isaías declaró, Dios anuncia el fin desde el principio (46:10).
Y podemos maravillarnos de la perfección del tiempo de Dios –y de su Palabra– a través de tres breves palabras en Juan:
Al día siguiente.
rtículo Original tomado de Word by Word | Palm Sunday, and Why the ‘Date’ Is So Significant