Bien, buen siervo y fiel.

Estas palabras son lo que todo pastor debe anhelar escuchar cuando el Señor nos llame a su presencia. Estas palabras deben llevarnos a que nuestros corazones palpiten cada día y cada momento en nuestro servicio pastoral. El Señor nos ha dado la oportunidad de servir en su mies, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de recibir formación Teológica en algún seminario. Adicionalmente, algunos han tenido la bendición de adquirir capacitación en otras áreas en sus carreras profesionales o su desarrollo laboral. Esta formación debemos aprovecharla para sacar el mayor de los provechos para desarrollar nuestra estrategias dentro de nuestras iglesias de manera más eficaz.

Valoremos

Los recursos que el Señor ha puesto en la iglesia en la cual servimos deben ser valorados y aprovechados para Su gloria, debemos ser responsables al comunicar que el Señor es el dueño de todas las cosas y aún de nosotros mismos. Nosotros solo somos administradores y queremos ser hallados fieles. Observemos las personas que están a nuestro cuidado, ¿qué ves en todos aquellos hermanos y hermanas que te rodean?, ¿cuánto talento, habilidades y
dones tienen todos ellos?, ¿qué oportunidades estás dándoles para que ejerciten sus dones y talentos dentro del ministerio de la iglesia? En la Palabra de Dios encontramos un sin fin de citas e ilustraciones que nos animan a impulsar a nuestros hermanos de acuerdo a sus capacidades. Como pastores debemos reconocer lo valioso que nos ha sido dado para proclamar Su gloria a las naciones.

Capacitémonos

La capacitación continua debe ser un principio que debemos abrazar, reconocer que no somos producto terminado debe provocar en nosotros un incentivo para seguir preparándonos en áreas que nos hacen falta con el fin de ser mejores pastores y llevar a la iglesia por mejores pastos. La formación del pastor no debe ser limitada o enfocada solamente en la Teología, sino que debemos considerar otras áreas que pueden permitirnos desarrollar mejor nuestro servicio pastoral. George M. Hillman Jr. y John Reece, escriben en su libro “Finanzas de la Iglesia Inteligente. Una guía para el pastor sobre presupuestos, hojas de cálculo y otras cosas que no aprendió en el seminario”: “Los pastores necesitan ayuda para entender cómo manejar el lado básico comercial de la iglesia, no solo comprender los conceptos en teoría. Los pastores necesitan orientación para aplicar disciplinas empresariales básicas al funcionamiento de sus iglesias. Y créanos, los pastores en algún momento enfrentarán alguna situación comercial muy compleja y necesitarán ayuda para guiar a sus iglesias a través de una serie de decisiones multifacéticas.” Detectemos aquellas áreas de nuestra vida que deben ser fortalecidas y aprovechemos los cursos de capacitación que pueden ayudarnos en nuestro desarrollo y formación pastoral.

Aprovechemos

“Los recursos para su iglesia son los ingredientes o insumos utilizados para crear y ejecutar con éxito sus programas ministeriales.” En primer lugar, el recurso más valioso que el Señor ha provisto a la iglesia son las personas. Entender el trabajo que se requiere en el quehacer ministerial y la asignación de las tareas, son el principio que debemos entender. En segundo lugar, los recursos físicos que el Señor nos ha dado para administrar, deben ser utilizados de manera adecuada para el mejor funcionamiento de la iglesia. Nunca debemos olvidar que todos los recursos que el Señor nos ha provisto deben ser empleados para Su gloria y que nosotros solo somos administradores de ellos.

Seamos hallados fieles.

Este debe ser nuestro anhelo, la fidelidad del pastor en su servicio al Señor debe ser reflejado en la iglesia, debemos estar comunicado este principio en cada decisión que tomamos; la iglesia debe estar permeada de esta verdad. La manera en que tomamos las decisiones, la manera en que tratamos a las personas y el aprovechamiento de los recursos con los que cuenta la iglesia, son el reflejo del pastor que somos.

Que el Señor nos dirija en este proceso, que seamos hallados fieles y que nunca olvidemos buscar glorificar al Señor en todo.

Usted puede meditar aún más en este tema
por medio de la nueva Suite Pastoral: