Existe una vasta diferencia entre ser progenitor a ser padre. El uno procrea, el segundo cría. La procreación toma un momento, la crianza toda una vida. El primero piensa que la paternidad se tiene, el segundo que se aprende, que no viene por instinto, que se debe de estudiar para poder ser apto.
Al hablar de estos dos modelos ¿Puedes adivinar a quién me estoy refiriendo? Es fácil pensar identificar al hombre sin Cristo como el progenitor ausente de la crianza de sus hijos, mientras que al cristiano como el verdadero padre siempre envuelto en la crianza. Lamentablemente muchas veces esta imagen no es más que un espejismo.
Basta estudiar las Escrituras para encontrar tantos principios de crianza, como pobres modelos de su aplicación…
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