He aquí la respuesta de diversos pastores y líderes
David Ford
¿Qué principios de las Escrituras pueden recomendarse al líder o pastor para instruir a su congregación acerca de una participación cristiana correcta en las redes sociales, tales como Facebook, Twitter, Myspace?
Es un don de Dios
Dios es nuestro creador y el hacedor de lo que nos rodea. Como Pablo dice, ”todo es de ustedes” (1 Cor. 3:22). Podemos aprovechar de los beneficios de la naturaleza, la música y también la tecnología, incluso las redes sociales en Internet. La oportunidad de participar en ellas y comunicar con otras personas es un don de Dios
Existen peligros para el cristiano
Pablo dice, “Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien” (1 Cor. 6:12). Como con cualquier cosa en el mundo existen peligros para el cristiano, los cuales son:
· El robo del tiempo. Pablo también dice:”aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos” (Ef. 5:16). El tiempo corre cuando estamos frente al computador, y a veces es malgastado.
· Estar expuesto al engaño. Por su naturaleza Satanás es un engañador,”que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero” (Apoc. 12:9 cp. Gén. 3:1-7). Él está activo en Internet y en las redes sociales engañando hasta los cristianos. Entonces hay que tener cuidado, especialmente en las relaciones con el sexo opuesto.
¡Hay una relación social todavía mejor!
· A veces los apóstoles escribieron a gente que no conocían personalmente (Rom. 1:10). Pero reconocían que la mejor relación con alguien no es a distancia sino cara a cara: “Aunque tengo muchas cosas que decirles, no he querido hacerlo por escrito, pues espero visitarlos y hablar personalmente con ustedes para que nuestra alegría sea completa” (2 Jn 1:12 cp. 3 Jn 1:13,14, Rom. 15: 23, 24,28). Mejor es buscar relaciones cara a cara que por Internet.
Sugel Michelen
Recomendaciones para el buen uso de Facebook
La Biblia es muy clara en cuanto al hecho de que todo lo que un cristiano haga, aún sea comer o beber, debe hacerlo para la gloria de Dios (1Cor. 10:31). En Col. 3:17 Pablo dice algo similar: “Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre”.
Es obvio que el uso del Facebook no puede estar fuera de ese principio rector de la vida cristiana. Todo lo que hacemos, de palabra o de hecho, debemos hacerlo en el nombre del Señor Jesús, es decir, dentro del marco de Su autoridad soberana y con el propósito de honrarle a Él.
Pero ¿cómo podemos usar el Facebook de tal manera que ese propósito se cumpla? Antes de responder esa pregunta de forma positiva, permítanme compartir algunas preocupaciones que tengo con respecto al uso de las redes sociales.
La primera tiene que ver con la buena mayordomía que debemos hacer del tiempo. Toda persona que tenga una cuenta de Facebook sabe lo fácil que resulta perder horas y horas en esa maraña de amigos, posteando fotos (y viendo las que cuelgan los demás); y, por supuesto, leyendo los comentarios.
Si hay alguien que debe valorar el tiempo es un cristiano. Tenemos muchas cosas importantes que hacer y no tenemos todo el tiempo del mundo para hacerlas. Por eso la Biblia nos manda a redimir el tiempo: “Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Así pues, no seáis necios, sino entended cuál es la voluntad del Señor” (Ef. 5:15-17).
Perder el tiempo es una necedad que una persona sabia debe evitar a toda costa. Y, definitivamente, el uso de las redes sociales representa un enorme peligro en ese sentido si no estamos alertas.
Otro peligro del Facebook, más sutil pero igualmente dañino, es que promueve el narcisismo. El Diccionario de la Real Academia define el narcisismo como: “Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras”. Otra acepción es: “Hombre que cuida demasiado de su adorno y compostura, o se precia de galán y hermoso, como enamorado de sí mismo”.
Yo no estoy diciendo que todo el que hace uso del Facebook es un narcisista, pero es indudable que se trata de un instrumento que puede convertirse fácilmente en un vehículo de auto promoción.
Hasta hace relativamente poco tiempo, sólo las celebridades veían sus fotos en los medios masivos de comunicación o daban a conocer lo que pensaban. Pero con la llegada de las redes sociales cibernéticas, cualquiera puede comportarse como una celebridad, colgando cientos de fotos de todas sus actividades, convirtiéndose así en su propio paparazzi, o dando a conocer a medio mundo cómo se siente hoy.
Entiendo que el Facebook es un medio para ponerse en contacto con amigos en lugares lejanos, y que el deseo de ver una foto actual de alguien que uno aprecia es perfectamente legítimo. Pero creo también que es muy fácil traspasar la línea de lo que es legítimo y apropiado.
Otro problema del Facebook es que, si bien nos ayuda a mantener el contacto con otros, también puede fácilmente remplazar las relaciones personales por relaciones cibernéticas a distancia. Es más fácil postear un comentario debajo de una fotografía que dar de nuestro tiempo para ayudar a alguien en necesidad, o discipular a un nuevo creyente, o simplemente estar allí cuando un amigo nos necesita.
Por demás está decir que mucha de la información que se cuelga en Facebook es de carácter público y que tus fotos y comentarios pueden revelar más de lo que deseas. Alguien dijo una vez: “Yo nunca me había dado cuenta de lo mucho que se divertían mis amigos sin mí (¡y cuán a menudo lo hacen!), hasta la llegada del Facebook”. Antes de postear algo pregúntate el efecto que puede tener en otras personas, para que no causes tropiezos innecesarios.
Sin ánimo de legislar sobre otros, aquí les dejo algunos consejos prácticos en cuanto al uso del Facebook:
- No permitas que el uso de Facebook se interponga en tu vida devocional (tu tiempo a solas con Dios); te recomiendo que no lo abras hasta haber tenido esa cita con el Señor a través de la lectura de Su Palabra y la oración (Mt. 22:34-40).
- No permitas que el uso del Facebook te impida dedicarte a la lectura de buenos libros (Sant. 4:17).
- No permitas que el uso del Facebook sustituya tus relaciones humanas y el servicio a otros (Gal. 5:13-14). ¿Qué sentido tiene estar al tanto de lo que hacen otras personas a través del Facebook, si no tenemos siquiera la gentileza de ponerles atención a aquellas que tenemos a nuestro lado?
- Nunca tomes tiempo de tus responsabilidades laborales para navegar por el Facebook, a menos que tenga que ver con tu trabajo (Col. 3:22-24).
- Mantén a raya tu curiosidad. No debemos ceder a la tentación de querer saber en qué anda todo el mundo. Pablo se opone tajantemente a las mujeres jóvenes que “aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando de cosas que no convienen” (1Tim. 5:13). Este principio se aplica igualmente a los hombres, independientemente de la edad.
- No permitas que el Facebook te alimente el consumismo. Una hermana me decía hace poco cómo algunas mujeres se ven tentadas a comprar ropa nueva, “ya que comentan que no pueden ir con el mismo vestido a una actividad porque ya ese vestido salió en Facebook”.
- A la hora de colgar una foto, recuerda el principio de la modestia cristiana (1Tim. 2:9-10). Cierta ropa que puede ser apropiada para usarla en la privacidad de tu hogar, no necesariamente es apropiada para que todo el mundo la vea en tu muro del Facebook.
- Cuando escribas un comentario, recuerda que no tienes ni idea de quiénes van a leerlo. Pregúntate cómo puede ser interpretado por personas que no conozcan el contexto en que estás haciendo ese comentario a un amigo o amiga.
- Si vas a colgar fotos de algún evento, como tu cumpleaños por ejemplo, pregúntate si algunos pueden sentirse mal al saber que no fue invitado a la fiesta (antes del invento de las redes sociales cibernéticas eso no era un problema).
10.Al hacer uso del Facebook, recuerda lo que Pablo dice en Ef. 5:15-16: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
Edwin Gonzales
¿Qué principios de las escrituras pueden recomendarse al líder o pastor para
Instruir a su congregación acerca de una participación cristiana correcta en
Las redes sociales, tales como Facebook, Twitter, Myspace?
- 1. La libertad cristiana y la supremacía de Cristo
En el contexto de comprar o comer carne sacrificada a ídolos, Pablo escribió: “Todo me es lícito.” A los Gálatas dijo: “a libertad fuisteis llamados” Gal 5:13.
Dios encomendó al hombre el sojuzgar la tierra y dominarla, y el Padre ordenó sujetar todas las cosas a Cristo (Hebreos nos recuerda que aún no vemos esto cumplido)
De lo anterior deducimos que las redes sociales – como cualquier avance tecnológico –si usados legítimamente, están bajo los principios de libertad cristiana, el dominio del hombre y la supremacía de Cristo, por ende son legítimas para el Cristiano
- 2. El principio de la Gloria de Dios
“Los cielos cuentan la Gloria de Dios” y, Cristo vino al mundo a salvar pecadores para la Gloria de Dios. Los redimidos por tanto ya no han de vivir “para sí mismos, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos”. De ahí que Pablo exhortara a los Corintios: “ya sea que comáis, o bebáis o cualquier cosa que hagáis, hacedlo todo para la Gloria de Dios”. Las redes sociales son un magnífico instrumento para anunciar “las virtudes de Aquél que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable”
- 3. El principio de la santificación
I Co 6:12 dice: “todas las cosas son lícitas, mas no todas convienen: todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.” Este versículo puede aplicarse igualmente a las redes sociales
a) “Guardándonos de los ídolos”: dándoles un lugar de preponderancia que no les corresponde
b) Guardándonos de la auto-gratificación: usándolas para nuestro propio placer, propósitos y exhibición
c) Siguiendo el principio del amor: procurando el bien y la honra de nuestro prójimo primero que la nuestra
Elías Rodriguez
¿Qué principios de las escrituras pueden recomendarse al líder o pastor para instruir a su congregación acerca de una participación Cristiana correcta en las redes sociales, tales como Facebook, Twitter, Myspace?
Las redes sociales se han convertido en una bendición para aquellos que la pueden acceder. Estas nos permiten conectarnos con amigos, familiares, hacer nuevos amigos, e informar a todo mundo dónde estamos y lo que hacemos. He sido testigo de cómo una mujer ha sido “ayudada” por los amigos de Facebook en su parto, siguiendo el proceso cada minuto hasta el arribo del bebé. Mientras que las redes sociales nos proveen gratos momentos con nuestros amigos y familiares, también, es un arma de doble filo, sino usamos de principios bíblicos adecuados para su manejo correcto.
Quisiera mencionar algunos principios que creo cardinales para el manejo de estos medios sociales:
1) La Regla de Oro: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Lucas 6:31). Este principio que Jesús nos enseña, debe regir todas las cosas que hacemos. Si lo aplicamos a las redes sociales, el mismo va a moderar los comentarios que hacemos de otros, pensando cómo nos sentiríamos si los mismos fueran hechos de nosotros. No debemos usar estos medios para perseguir a alguien ni para dañar su reputación.
2) El buen uso del tiempo. No hay duda que las redes sociales absorben mucho tiempo, y fácilmente, si nos descuidamos podemos desperdiciar horas preciosas. La Palabra de Dios nos dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16).
3) No debemos usar estos medios para enviar fotos provocativas. Hoy día se usa mucho la palabra “sexy” que significa, que es muy atractivo, y que despierta el deseo sexual (Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L). El apóstol Pablo nos dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5: 23). Me pregunto si cuando Cristo venga nos encontrará “sexy” o “irreprensibles.”
4) Seguir usando este medio para promover las buenas relaciones entre todos y proclamar el evangelio de Jesucristo y para glorificar su nombre.
Creo que estos medios son una bendición que Dios nos ha provisto y los que podemos usar para el beneficio nuestro y del Reino de Dios.
Elías Rodríguez, M. Div.
Guillermo Powell
Los nuevos medios sociales, parecen tener una ética única, donde no se respetan las reglas ortográficas, ni éticas morales, ni de prudencia. La característica de prudencia es la clave para una participación sana en las redes sociales. Prov. 16:23, dice “El corazón del sabio hace prudente su boca (comentarios), y añade gracia a sus labios (teclado).”
¿En qué maneras debemos ser prudentes?
- Debemos reconocer que estamos en medio de un mundo maligno y perverso, y allí resplandecemos (o debemos) como luminares en el mundo (Fil 2:15)
- Debemos asegurar que nuestra comunicación no entre en las áreas de ofensa a Dios o al prójimo: palabras corrompidas (Efe 4:29); chisme (Prov 20:19); palabras deshonestas, es decir, lenguaje sucio, palabras indecentes, o lenguaje que avergüenza; truhanerías, ha sido traducido también como ‘chistes groseros’, (Efe 5:4).
- La Biblia nos manda a mostrar el cambio en nuestra vida. “No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.” (Efe 5:7-10)
- En su lugar, debemos usar los medios de comunicación para edificar, para dar gracia – (Efe 4:29; Ecl. 10:12; Col. 4:6)
- Debemos preguntarnos: ¿Promoverá el bien, la paz? (Rom. 14:19)
- Todo esto sin dejar de lado las conversaciones amenas que aunque triviales a veces, son comunes a toda comunicación entre familia y amigos.
- No permitamos que la ‘comunicación social’ reemplace la comunicación cara a cara con los verdaderos amigos y la familia cercana.
Tony Segar
El principio de la neutralidad de los medio de comunicación
Los medios de comunicación no son intrínsecamente malos sino pueden serlo según el uso que se les de. En las escrituras se valen de diversos medios para la comunicación entre Dios y los creyentes: tablas de piedra; señales como la caída de una saeta 1º Samuel 20.21-22, columnas de fuego Ex. 13:22, pergaminos 2 Tim. 4:13.
Los principios de la comunicación personal que abundan en las escrituras
Las escrituras están llenas de principios que deben gobernar nuestra comunicación y que por ende se aplican a todo medio de comunicación sin importar cuan avanzado. Entre los cuales se deben hacer notar algunos:
Principio de la privacía
Proverbios 11.13 aprueba la fidelidad de aquel que sabe guardar la privacía de las personas cuando sus secretos pueden guardarse. Hoy día en las redes sociales deben haber respeto entre las personas de no divulgar a los cuatro viento los detalles privados de la vida de los demás conforme a la regla de oro Mat. 7:12
Principio de la intromisión
Las escrituras en Itim 5:13 hablan de personas ociosas que andan metidas en lo que no deben. Debe evitarse en las redes sociales el entrar en la puerta ajena aun cuando uno la encuentra emparejada sin tener permiso de la otra persona, o aun no entrar cuando personas revelan cosas que no nos incumben. Dios no nos ha llamado a saber todo de todos.
Principio de la comunión personal
Dios nos cree para ser seres que nos comunicamos remotamente por necesidad pero óptimamente de cara a cara. Esto era algo reconocido en las escrituras. Juan dice Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, 14porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara.” . Los medios sociales virtuales no deben reemplazar ni ser preferidos al cultivo de relaciones personales. No se debe sustituir la cantidad de contactos, por la calidad de amistades selectas.
El principio de evitar la tentación de la popularidad no asignada por Dios
Así como Pablo reprueba en la iglesia de Corinto la ambición de algunos de ser los miembros del cuerpo más visibles y prominentes, así debemos evitar las tentación que las redes sociales brindan cuando de ofrecer una plataforma instantánea para ser escuchados y visto por las multitudes. En las escrituras la eminencia no era asignada a cualquiera sino aquellos que tenían mayor talla espiritual, buen testimonio y experiencia. IICor. 8:18-19
El principio de redimir el tiempo
Col. 4:5 Establece como la agenda de tiempo del cristiano no puede correr libremente sino en una forma que agrade a Dios. Existen muchos creyentes hoy día que están enloquecidos con estos medios y derrochan el tiempo a expensas de otras tareas y obligaciones que requieren de atención. “Todas las cosas me son licitas pero yo no me dejaré dominar de ninguna”
Si este artículo le ha sido de ayuda favor de comunicárnolo a Ayuda pastoral