La formación académica de los futuros pastores, misioneros o académicos es esencial para el desarrollo saludable de la iglesia. La capacitación y el estudio serio de la Escritura permitirá conservar la sana doctrina dentro de la Iglesia y de las instituciones. Para ello se requiere de maestros comprometidos con el Señor y con el estudio profundo de su Palabra, ya que de esa manera el estudiante logrará crecer en el conocimiento de la Palabra y esto se verá reflejado en su crecimiento espiritual.
La vida de las instituciones de formación teológica es fascinante, en ellas se profundiza en el estudio de la Escritura, se conocen los idiomas originales del texto bíblico, la historia universal y se entrelazan con el contexto de la narrativa bíblica; todo esto para llevar a los estudiantes al entendimiento de las verdades que la Palabra de Dios nos revela y de esa manera nos permite conocer más a nuestro Señor.
La aplicación correcta de las verdades que vamos descubriendo día a día en el estudio de la Escritura, es uno de los desafíos que se tiene en el estudio de ella. Las aplicaciones deben ser coherentes con lo que le pasaje enseña y a su vez contextualizarla a nuestro presente, a fin de que el hombre de Dios cuando sea expuesto a ella camine en pos de ese perfeccionamiento que Dios quiere seguir logrando en nosotros.
Una de las reglas y/o recomendaciones que tienen las instituciones de formación teológica, que después de un estudio profundo del texto y siguiendo las reglas fundamentales de interpretación Bíblica, es la de consultar algunos comentarios bíblicos que nos permitirán ampliar el pasaje estudiado u observar algunas aspectos o detalles que pasamos por alto. Incluso considerar algunos puntos o enseñanzas que no consideramos durante el análisis del pasaje estudiado.
Gracias a Dios se han escrito un gran número de comentarios bíblicos a través de la historia del cristianismo, todos ellos han contribuido a la formación y desarrollo del pensamiento cristiano, estos eruditos han invertido una gran cantidad de tiempo en el estudio de la Escritura y dejando el resultado plasmado para las futuras generaciones. Muchos de ellos han despertado en otros el deseo de ampliar y profundizar en la exposición de la Escritura.
El Nuevo Comentario Americano del Nuevo Testamento es una excelente herramienta para los estudiantes de la Biblia, en él encontraremos una gran cantidad de referencias que permiten al estudiante conocer las fuentes y poder ser más certeros en la interpretación, a fin de llegar a conclusiones precisas de las verdades expresadas en el pasaje estudiado.
Los autores del Nuevo Comentario Americano del Nuevo Testamento pasaron varios años preparándolo, ahora estamos muy agradecidos con el Señor por ponerlo a nuestra disposición, un material confiable el cual puede ser de apoyo a los académicos de las instituciones de formación teológica. Permitirá a la academia consultar algún pasaje del Nuevo Testamento y considerar lo que ahí se expone a fin de enriquecer el conocimiento de sus estudiantes. La alta crítica que se presenta en este comentario contribuye en la formación de futuros ministros de las diferentes iglesias, así como de futuros académicos de las instituciones.
El Nuevo Comentario Americano del Nuevo Testamento expone el texto y lo coloca dentro de su contexto inmediato y dentro de todo el contexto bíblico, así que se convierte en un material de consulta confiable para la toda la comunidad estudiantil y académica de los institutos y seminarios.
Por último, el Nuevo Comentario Americano del Nuevo Testamento, nos proporciona aplicaciones dentro del contexto inmediato, así como principios que ayudan al estudiante a aplicar a su vida estos principios expuestos, logrando desafiar al lector y llevando estos principios a la audiencia a la que se exponga la Palabra.
No perdamos la oportunidad de conocer esta maravillosa herramienta, en la que muchos eruditos han contribuido para poner a nuestro alcance un comentario del Nuevo Testamento, confiable, contextual y que nos permitirá profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios.