Una sencilla receta

Todos queremos la mejor y más rápida manera de hacer las cosas; aquella que nos signifique un menor esfuerzo, menor responsabilidad y que nos de los mejores resultados. La Biblia nos dice cómo.

Lo que me intriga sobremanera es ¿por qué siendo tan sencilla la receta nos negamos a seguirla?

Esta mañana leía una síntesis de esta receta en Job 11:13-19 y lo que nos ofrece. Mira todos los beneficios: un rostro limpio de mancha (honor), fortaleza, valor, olvidar la miseria, claridad en esta vida, confianza, esperanza, dormir seguro y no tener más temor.

Pero ¿que hay que hacer? Léelo por ti mismo:

Si tú dispusieres tu corazón,
Y extendieres a Él tus manos;
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti,
Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás fuerte, y nada temerás;
Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.
Te acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor.

Pero los primeros cuatro versículos nos cuestan tanto trabajo ¿verdad? Solo tenemos que disponer nuestro corazón, venir delante de Dios con sinceridad y reconocer nuestro pecado y pedir su perdón en arrepentimiento. 1 de Juan dice que Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. No dejes pasar otro día, ven ante Dios y entrégale tu vida.

Dios te bendiga,

Publicado en La Paz de Cristo el 4 de Abril de 2015 por Jorge A. Salazar