Por: Roberto Cabrera
La palabra “teología” es una que atrae muchas referencias a la cabeza cuando se menciona. La primera es algo pesado, de exigencia intelectual, difícil de llevar, de riguroso estudio, algo que solo es para los “iniciados”, etc. La segunda, por otro lado, es, como diría Sproul: “Todos somos teólogos”, esto es, todo aquel ser humano y creyente es un teólogo en sí mismo por el simple hecho de tener la capacidad y razonar respecto de Dios.
Ahora bien, si a teología sumamos los términos “histórica y sistemática” ya no sabemos entonces por dónde ir, porque si bien por lo “histórico”, bueno, más o menos se ve por dónde va el asunto, que no nos hablen de “sistemática” porque entonces nos explota la cabeza.
Sí, todos podemos ser teólogos, pero perfilarse como históricos o sistemáticos es otro nivel, y es aquí donde radica la importancia del pensamiento de aquellos que en tiempo y forma hicieron de la teología su vida misma y plasmaron en sus escritos verdaderas joyas de estudio que hoy son lecturas obligadas.
Editorial Tesoro Bíblico publica en Logos la serie Estudios en Teología Histórica y Sistemática, que son 15 volúmenes con el pensamiento profundo de Lutero, Wesley, Whitefield, Carl Henry, William Gouge, entre muchos otros, pero analizados por importantes académicos que desmenuzan la teología de aquellos en temas como predicación, la trinidad, la misión cristiana, la necesidad del consuelo, apologética, teología de las emociones, dogmática cristiana, el Espíritu Santo, la teología puritana, entre muchos otros.
El asunto es que leer teología directamente de quienes la escribieron es una cosa, y leerla con la ayuda didáctica de quienes han profundizado y entendido el pensamiento teológico para ayudar a digerirlo, es otra cosa. La verdad es que a los teólogos no se los lee con facilidad, pero esta serie hace precisamente eso, facilitar la lectura sin menoscabo del pensamiento profundo original. Es leer a los principales teólogos y sus reflexiones pero desde una clase de seminario. De modo que la exigencia del perfil de lector de esta serie va más allá del gusto, sino que exige pasión por el estudio y pensamiento crítico.
Todos somos teólogos, pero la teología histórica y sistemática no requiere un abordaje simple, sino que exige al lector una lectura dedicada para poder entender las conclusiones de los autores académicos de esta serie.
Esto más que desanimar es para animar a subir nuestro nivel de lectura, y Tesoro Bíblico y Logos traen estos materiales a la luz en español para todo aquel que quiera leer para aprender.
Los 15 volúmenes han terminado ya su etapa de prepublicación y están listos ya para reservar el paquete completo.